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- Categoría: Cofradia
- Publicado: 03 Marzo 2008
VISITA A LA TUMBA DE SAN JUAN EVANGELISTA
Hacía tiempo que teníamos intención de realizar este viaje y por fin, el pasado mes de Agosto lo organizamos todo para poder llegar hasta Éfeso, donde, según parece, murió y está enterrado San Juan Evangelista.
Éfeso se encuentra en la parte occidental de Asia Menor, en la región de Anatolia, en la República de Turquía, junto al Mar Egeo.
Aunque el nombre de Éfeso nos es muy conocido por las cartas de Apóstol San Pablo a las comunidades cristianas de esta ciudad, hoy esta ciudad no existe como tal, sino que de ella solo quedan las ruinas, junto a las cuales se ha levantado una nueva ciudad: Selçuk.
Éfeso es hoy, por tanto un yacimiento arqueológico en el que además de las ruinas de esta antigua ciudad, encontramos también las ruinas del templo de Artemisa (Cibeles, diosa de la fertilidad) las de la Basílica de San Juan y la de la Iglesia de la Virgen María, situadas en un radio de unos diez kilómetros, lo que da idea de la grandeza de esta ciudad en el pasado.
De los orígenes de esta ciudad, unos 2000 años a. de J.C., no se tiene constancia, pero a lo largo de su historia ha estado bajo la influencia griega, egipcia, siria y mas tarde romana, con la que alcanzó su máximo esplendor, llegando a tener 250.000 habitantes, albergando incluso hasta cerca de un millon de personas en las celebraciones que durante la primavera se celebraban en honor a la diosa Artemisa, cuyo templo en Éfeso,(capital de unos 500 pueblos de la región) fue considerado como una de las siete maravillas del mundo.
Pero mientras estas celebraciones en honor a Artemisa se realizaban, nadie se percató de que no era a la "diosa madre" (Artemisa) sino a la "Madre de Dios", que vivía allí, llena de humildad a la que había que adorar.
Además de San Pablo, San Juan y la Virgen María tambíen vivieron en Éfeso.
San Juan paso en Éfeso los últimos años de casi un siglo de vida. Allí se cree que murió y allí escribió parte del Nuevo Testamento.
Tras la muerte de Jesús, San Juan no pudo seguir viviendo en Jerusalén. Después de su exilio a la isla de Patmos, donde escribió el Apocalipsis, marchó a Éfeso llevando con Él a María, cumpliendo hasta el final la responsabilidad que Jesús le había mandado, así lo atestigua el tercer Concilio Ecuménico reunido en Constantinopla que decía:"....cum in Ephesiorum civitatem perveniset in qua Joannes Theologus et daipera Vergo Sancta Maria......." (".....Al llegar ala ciudad de Éfeso, el teólogo San Juan y la Sagrada Virgen María....."
Y fue en Éfeso donde se celebró el Concilio Ecuménico en el siglo V, donde 200 obispos convocados por el emperador Teodosio discutían sobre si María era la madre de Jesús o de Dios.
Numerosos teologos afirman que María también murió en Éfeso en presencia del Apostol Juan quien estuvo confiada.
En el monte Panaya Kapulu, en un valle tranquilo, cubierto por bosques, encontramos lo que se venera como la casa de la Virgen María; NIngún documento histórico lo acredita aunque la sencillez y la paz que en aquel lugar se respira, junto con su belleza son motivo mas que suficiente para que se le considere a este lugar sagrado y para que cada 15 de Agosto se celebre allí la Pascua de Panaya Kapulu en honor a la Virgen María.
Al otro extremo de Selçuk, en la colina de Ayasuluk, por el lado meridional, entre dos torres, encontramos la puerta de la "Persecución" (Es la puerta de una fortaleza que data de los siglos VII y VIII, construida durante los trabajos de reforzamiento de las murallas contra las acometidas de los árabes) Por esta puerta se accede a la iglesia de San Juan, situada en una necrópolis romana en ruinas.
La mayor parte de los descubrimientos de este lugar fueron pasados de contrabando a Grecia, Austria y otros paises, por eso difícilmente hoy se puede reconocer a primera vista una basílica.
Desde el principio del cristianismo fue éste un lugar de peregrinación porque se consideraba el lugar donde fue enterrado el Apóstol.
San Ireneo, que fue discípulo de San Policarpo, quién a su vez fue discipulo de San Juan, afirma que tras el martirio de San Pedro y San Pablo, Juan se estableció en Éfeso, aunque no precisa la época. De acuerdo con la tradición, durante el reinado de Domiciano, San Juan fue llevado a Roma donde salvó milagrosamente la vida. La misma tradición afirma que fue desterrado a Patmos y que tras la muerte de Domiciano en el año 96, pudo regresar a Éfeso, donde, según San Epifanio, Juan murió pacificamente hacia el tercer año del reinado de Trajano, es decir, el año 100 de nuestra era cristiana, cuando contaba 94 años de edad.
San Gregorio de Nissa en el texto original del hieronymianum, cuando habla de la fiesta de San Juan, el 27 de diciembre, después de la de San Esteban, dice:"la asunción de San Juan Evangelista en Efeso", lo cual da a entender que los últimos dias de su vida estuvo en Efeso,pero que como no se encontró su cadaver, la tradición habla de la "Asunción" de San Juan, es decir, que como Maria,fué llevado al cielo en cuerpo y alma.
Por contra, los griegos hablan del lugar de la sepultura de San Juan, donde se construyó la basílica, pués desde un principio era un lugar conocido y famoso por los milagros que se obraban allí. Hoy, tras las excavaciones realizadas en el lugar, se distinguen cinco tumbas pequeñas alrededor de la que se considera la de San Juan y todas ellas formando una cruz. Sobre estas se levantó una pequeña iglesia, que, tras ser destruida por los desastres naturales, fué reconstruida a mayor escala por orden del emperador Justiniano para competir con el templo de Artemisa.
Como demuestra la disposición de los restos que hoy se pueden ver, esta basílica era de planta cruciforme,con seis cúpulas grandes y seis pequeñas, sostenida por pilares y columnas azules y verdes y dispuestas en dos pisos, cuyos capiteles llevan el símbolo del emperador Justiniano y el de la emperatriz Teodora.
Las cúpulas debieron estar cubiertas de frescos y mosaicos. Bajo las cúpulas se encuentran los pozos sagrados, donde se guardaban las cenizas utilizadas para curar enfermedades. Los peregrinos atribuían también valores curativos al agua que corría cerca de la tumba. Junto con estos restos, encontramos grandes losas, con un águila esculpida, como símbolo del evangelista. Los restos de una vieja escalera,estrecha, situada delante del ábside, conducen a la cripta donde existe una pequeña ventana horizontal.
Según una leyenda medieval,de esta ventana emanaban vapores curativos. Restos de monedas del siglo I a.de J.C. indican que desde los primeros momentos, este lugar,considarado como el lugar donde fué enterrado el Apóstol, fué un lugar de peregrinación y Efeso el centro de la Iglesia primitiva por vivir allí el último representante del colegio apostólico. Durante los cuatro o cinco años de su estancia en Efeso, San Juan tuvo que convivir con la veneración que la ciudad le dedicaba a la diosa Artemisa y a pesar de que el templo de la "diosa madre" fué saqueado varias veces, nadie tocó la pequeña iglesia de San Juan.
Su tumba, al igual que la iglesia de la Virgen Maria en la otra colina, es digna del discípulo. Allí se respira paz, espiritualidad. Es un lugar que invita a la meditación, muy hermoso y sereno, que el pueblo turco trata con refinado interés y gran respeto, lo cual, como cristianos, agradecemos sinceramente.
Mª del Pilar LLoret Manchón