Aunque fueron pocos los actos celebrados en la pasada Semana Santa, la del 2021, no son pocos los momentos inolvidables que esos días vivimos gracias al esfuerzo de la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa y a su iniciativa de exponer durante esos días las imágenes y los tronos en el templo de Nuestra Señora de Belén.

     Gracias a esta iniciativa pudimos ver imágenes insólitas, esas que solo son posibles de ver en momentos excepcionales como los que vivimos esos días.

     Quiero resaltar entre todos los actos y celebraciones celebradas durante esos días, la Vigilia Pascual celebrada de forma atípica la tarde de Sábado Santo en el templo de Nuestra Señora de Belén, en la que estuvimos rodeados de aquellas imágenes y tronos que representan la Pasión.

     No todas las cofradias pudieron acudir a la cita. La situación de pandemia que se vivía presentaba no pocas dificultades para muchas cofradías, incluso fui testigo de la elaboración de certificados por si el momento de recogida de las imágenes se alargaba y no se podía cumplir con el horario del toque de queda que imponían las restricciones de ese momento.

     La celebración de la Vigilia Pascual, acompañados de todas aquellas imágenes, fue como revivir la Pasión de Jesús a la vez que estar viviendo la evidencia de la Resurrección que estábamos celebrando en esos momentos. Durante su celebración las luces del templo se apagaron y cada uno encendió su vela del Cirio Pascual. Tras la oscuridad de la Pasión, Xto resucitado nos ilumina el camino hacia el Padre.

     Fueron momentos irrepetibles que dejaron profunda huella en aquellos que los pudimos disfrutar.

     Quiero dejar también constancia en este artículo del recogimiento y el respeto que marcó la exposición de tronos a lo largo de todo el día.

     En este clima, después de un año tan duro, todos tuvimos la oportunidad de celebrar la Pasión de Jesús desde la intimidad.

     Si el año anterior vivimos la Pasión desde nuestras casas, relacionándola con el sufrimiento que se estaba viviendo en los hospitales llenos de gente, contrastando con la soledad del Papa Francisco  durante el rezo del Viacrucis en la plaza de San Pedro, este año tuvimos la oportunidad de sentarnos en la iglesia, reflexionar, meditar, llorar o dar gracias.

     Permitidme la osadía de contar mi experiencia en esos momentos. Yo reflexioné, medité y lloré al recordar a mi madre. Juntas el año anterior veíamos las imágenes de le gente en los hospitales, de las morgues abarrotadas; pero este año ella ya no estaba. Ella también murió sola, en una fría habitación de hospital y fue depositada en una morgue lejos de su familia y amigos. Eso es muy duro de aceptar, pero poco a poco fui aceptando ese sufrimiento. Mi madre, MITOS, la mujer más fuerte, entregada a los demás, la mas generosa y para mí la más buena, estaba ya disfrutando con Xto de la alegría de la Resurrección. Nuestros cofrades la recuerdan con esa generosidad y dedicación a la Semana Santa y se unen a nuestras oraciones por ella. GRACIAS POR TODO, MAMÁ.

     Fue esta, por tanto, otra forma de vivir  la Semana Santa de la que quiero dejar constancia, muy triste, pero con la seguridad de que Jesús, el verdadero Mesías, como señala San Juan en su Evangelio, siempre está con nosotros. No nos abandona.

 

     Y para terminar este artículo, quiero señalar como dato curioso otro de los momentos irrepetibles: La presencia de las tres imágenes de San Juan juntas en el templo. Esto es la primera vez que sucede.

     Hasta el año 1964 solo se procesionaba una imagen de San Juan, pero ese año, Don Vicente Martínez pidió a la junta directiva de la cofradía que le permitieran procesionar una imagen de su propiedad,” San Juan de la Tercera Palabra en la Cruz”, la tarde del Viernes Santo. Así se hizo, creándose una nueva cofradía, relevándose  así las dos cofradías en las procesiones. De la misma forma, la imagen de San Juan de Riudavest, sale en procesión el Domingo de Resurrección, en sustitución de la Imagen de San Juan de García Yúdez, por lo que es difícil verlas procesionar juntas como este año pasado sucedió, quedando plasmados estos momentos en no pocas fotografías que sin duda con el tiempo nos harán saltar las lágrimas al recordar estos momentos vividos, tan cargados de emociones.

 

 

Maria del Pilar Lloret Manchón.

Lcda. en Geografía e Historia.

©2017. Cofradia San Juan - Crevillent